Pareciera de ser una perogrullada, pero el socialismo del siglo XXI, no debería perder, los principios con los cuales nació, justicia y equidad, conciencia de clase, ejercicio real de la libertad y oposición al capital, por aquel entonces brutal y salvaje, y con la singularidad, de ser burdo, sin respeto por los derechos humanos, con una lógica de exaltación de la propiedad privada como eje del desarrollo de la historia del mundo y por lo mismo con éxitos en el desarrollo industrial, y evidentemente con crecimiento, crecimiento que históricamente y hasta el presente, nunca se repartió equitativamente.
Pero desde el siglo XVIII y XIX, tiempo histórico del nacimiento del socialismo utópico ( aunque hay que considerar aquí a Tomas Moro y su obra Utopía, siglo XVI, que da el nombre a este naciente socialismo, hasta Saint Simon, Fourier y Owen) y luego el socialismo científico (podríamos decir marxista), la historia nos ha enseñando que los derroteros de la vida y la política son siempre difíciles, caminos sinuosos, estrechos profundos. No obstante con su reguero de locura, pero, también de aprendizaje, la democracia y el socialismo se han ido asentando hasta ser una respuesta real y humana a las necesidades de la sociedad. Esto por cierto no exime al socialismo de la crítica y de sus grande errores, de sus crímenes, como de sus pequeña grandes imbecilidades, por ejemplo, nadie podría creer que el régimen norcoreano es socialista, aunque ellos lo definan así , y la propaganda liberal capitalista, nos lo remarca, pero dejémoslo claro, eso no es socialismo, como tampoco podemos aceptar que decisiones como la de Mao y su revolución cultural , o las brutales purgas de Joseph Stalin, tenían algo de revolucionarias , demócratas o socialista, o la entronización de Fidel en Cuba, tampoco nada tiene de revolucionario. Decimos esto, porque el socialismo tiene mucho de rebeldía, y hace la correcta conjunción entre equidad y libertad, cuestión que muchas veces ha sido pervertida por quienes actúan en su nombre.
La democracia radical y ciudadana (o socialismo), primero es participativa y vinculante, ve la democracia como un fin en sí mismo, conjuga dialécticamente justicia y libertad, y lógicamente no tiene vocación monárquica, dejar la corona, en esta caso el cargo de diputado, senador , y así un largo etcétera a un sucesor, una suerte de delfinismo ( nepotismo ). Por ello, el actuar de muchos partidos de seudo izquierda, cuando imponen con brutalidad los nombres de los hijos o hijas de los prohombres de esos partidos, es una de las distorsiones más complejas de la izquierda chilena, pero para ser justos, este sentido nepotista de la política, no es patrimonio solo de la izquierda, es una característica de la oligarquizarían de nuestro accionar político y de nuestra clase política, ligada a la derecha y el centro político.
La democracia ciudadana y radical ( socialismo), ha comprendido que debe haber una nueva forma de asumir los sistemas democráticos, y ello es con critica, proceso de reflexión individual y colectivo, de donde surgirán nuevas propuestas, sus propuestas, y junto a ello debe existir un nexo vinculante real con las autoridades. Por ello, deberá haber un sistema electoral distinto al actual, más amplio y representativo, donde todos tengan posibilidades de ser parte de la conducción política, y no un bipartidismo excluyente como el que tiene Chile, que por lo demás es una mala copia de otros países. Cuando se habla de cambiar este sistema, se tilda esta discusión de bananera, esto por el solo hecho de no aceptar el bipartidismo, modelo dicotómico que puesto en este momento histórico, no solo es insuficiente, sino que raya en lo antidemocrático.
Por lo anterior, nos parece que la enseñanza de la política, así como su discusión, debe darse desde una edad temprana, incluso una forma sistematizada muy pertinente seria desde el propio sistema escolar, ya que su constante aprendizaje y uso nos generaría habilidades políticas, cívicas y humanas, y por ende preocupación real por los sucesos y marcha de nuestra polis.
Desde una mirada del ser, lo político, ha dicho Marcel Prelot, es lo esencialmente humano (Cf. La Ciencia Política), aunque su razonamiento, es simplemente heredero del famoso; “ Antrophos fysei politikón zóon” de Aristóteles, el Hombre es por naturaleza un animal político. Si lo anterior es cierto, y que es lo que pienso, la política debería ser una actividad humana prioritaria, por lo tanto su estudio y profundización para una mejor participación, y con ello la corrección de la marcha de la humanidad, tiene un mejor sesgo, una mejor dirección cuando se mira y se actúa desde la izquierda.
Friday, June 10, 2011
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2 comments:
Un pensamiento dinamico de izquierda, pienso mantiene como base los aportes de los clasicos, Marx, Engels, relevar la vison de Lenin, sobre el imperialismo como etapa monopolica del capitalismo. No obstante hoy ser de izquierda tambien tiene fuertes tintes de democracia radical y participativa, es decir la democracia validada per se, el potenaciar el tema de genero, el medio ambiente, el pael de las regiones, es decir la dialectica del socialismo sigue vigente.
Un pensamiento dinámico de izquierda, pienso mantiene como base los aportes de los clásicos, Marx, Engels, relevar la visón de Lenin, sobre el imperialismo como etapa monopólica del capitalismo. No obstante hoy ser de izquierda también tiene fuertes tintes de democracia radical y participativa, es decir la democracia validada per se, el potenciar el tema de género, el medio ambiente, el papel de las regiones, es decir la dialéctica del socialismo sigue vigente.
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