¿Éxito o fracaso? Una pequeña reflexión en torno al neoliberalismo
Prof. Dr. Guillermo Cortés Lutz
Hoy día sabemos con toda seguridad que los empresarios chilenos deben en cotizaciones a los trabajadores 1400 millones de dólares, hecho que no escandalizó a nadie, pero que en sí mismo es más que un escándalo y pasa a convertirse en un robo brutal, robo ya casi cotidiano, y que deja una vez más al descubierto las debilidades e inequidades del actual modelo neoliberal. Este modelo, por lo demás, no solo roba de forma encubierta, sino que también lo hace de forma más desembozada, principalmente con los míseros sueldos y condiciones económicas de los trabajadores, hecho que se da no solo en Chile, sino que en casi toda Latinoamérica. En forma conservadora podemos afirmar que la brecha salarial en Chile es entre $ 178.000 y fácilmente $ 5000000 de pesos[1], con la diferencia que la primera, que es el sueldo mínimo, tiene un 20% de descuento por leyes sociales y la segunda fácilmente es dinero neto (una pequeña gran diferencia). En el resto de la Latinoamérica, si bien la brecha puede no ser tan brutal, esta existió y existe, lo que es un obstáculo para el desarrollo, pero no un problema real para el neoliberalismo.
Me parece que otra forma abusiva de hurtar a las personas es la ineficiencia de la empresa privada, modelo que fue promocionado como altamente eficaz y que ha dado muestra no solo de ineptitud, sino que de torpeza en su accionar de cara al ciudadano que precisa de su servicio, un ejemplo de ello son las empresas sanitarias, de electricidad, en esta misma línea se inscriben los cobros encubiertos y abusivos de grandes tiendas, hipermercados, tarjetas de crédito y bancarias, prestamos bancarios, buses interurbanos y así un largo etcétera. A pesar de ello, se sigue desde el pensamiento domínate y desde el poder mismo (que esta representado centralmente por la clase política, y la clase empresarial), asegurando que este modelo en la panacea.
Pero, además y siendo tal vez una de las formas más peligrosas, ya no solo del hurto, sino que del modelo, esta la concentración económica (y con ello del poder), estamos en una etapa a todas vistas de grandes concentraciones económicas que generan monopolios, y con ello el manejo a voluntad de la economía y de la vida ciudadana. Debemos agregar además el poderoso y abusivo rol que juegan en este modelo las empresas transnacionales con su gravitación en la vida de las sociedades, incluso de su influencia en los estados débiles, Vg. El caso de los latinoamericanos, un ejemplo muy palpable de ello es MPX y su lobby para la lograr la construcción y puesta en funcionamiento de la termoeléctrica Castilla, en Atacama, inversión altamente contaminante (en múltiples aspectos) , pero que logra poner a un estado neoliberal de su lado en contra del bien común.
Todo lo anterior, inequidad, debilidad, abuso, bajos salarios, concentración y monopolio, nos hacen recordar y pensar, no sin cierta suspicacia, que tal vez siga poderosamente vigente aquella fase superior del capitalismo, la etapa imperialista de la cual hace algún tiempo nos hablo y nos quiso prevenir Lenin.
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